jueves, 17 de noviembre de 2016

Un poema para mi querida Lidia.

Que han de venir mis palabras a vagabundear por sus luces.
Que han de alcanzarte sus cultivos de todas las dulzuras,
las raíces del ambiente que abrazan sus fondos.
Los versos que en el corazón reflejan sus besos:
por ella hemos surcado anhelos más inextinguibles;
los destellos verdes en la estrella más profunda…

 Los rocíos de las oraciones
y una inabarcable ternura por los caminos .
Y quisiera envolverla con los ecos de ángeles,
con las voces que se expanden en los colores.

Los sentimientos que no nos caben en el pecho.
El querer a orbitar la densidad de las canciones que le sueñan…
que han de venir horizontes diamantinos a columpiarse en sus ojos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario